¡Gracias por vuestra visita!

Cuando me quedé embarazada sabía que nada sería como antes, que sería complicado, pero que disfrutaría del amor más grande, puro y fiel. Pero el Destino me aguardó la tarea adicional de ser una "Madre Especial", al enviarme a Pablo, por lo que he luchado, lucho y lucharé como sea por él toda la vida.

En cada entrada intento plasmar, de forma lo más resumida posible, esa perspectiva para que se siga dando a conocer al Mundo cómo es tener a una persona con TEA en tu vida.


miércoles, 9 de febrero de 2011

Bienvenido a la vida, Pablo

        Esta historia comienza el 12 de noviembre de 2006, ya que ese invento conocido por la marca comercial "Predictor", nos confirmaba que en verano nacería un/a pequeñajo/a que nacería para alegrar y alborotar nuestras vidas.


        El 19 de febrero de 2007 nos confirmaron que venía de camino un niño. Y a las pruebas me remito, ya que en la ecografía se podía visualizar como el pequeño se cubría la cara y estaba completamente abierto de piernas para que quedara bien claro que venía de camino un machote.


        Por desgracia, el embarazo no resulta ser tan tranquilo como hubiera deseado, ya que desde entonces, cada día era una sucesión de capítulos acerca del desastre em el que se estaba convirtiendo mi matrimonio, pero bueno, que este tema no viene a cuento aquí... A pesar de esas circunstancias, la somnolencia, las náuseas hasta el final del 5º mes de gestación y la sensibilidad a determinados olores, todo continuaba bien. Pablo (nombre elegido por su padre, por cometer la estúpida idea de que él escogiera el nombre si venía niño y yo si era niña) iba creciendo demasiado y, encima, me "absorvia" literalmente mi parte de alimentos, así que me tocaba comer más de lo habitual y con la suerte de no engordar.

        Y tras 40 semanas y 5 días de embarazo, el 12 de julio de 2007 a las 21 h. llegaba al mundo nuestro protagonista, con 52 cm. de estatura y 3,050 Kg. Pablo fue siempre un bebé muy tranquilo, de buen apetito y mucho carácter. Al principio era un rubiete de ojos azules que siempre se mostraba muy atento, alegre,cariñoso y vivaz con el entorno. Se hacía con todo el mundo, adoraba jugar a la pelota, interactuar con un cochecito, las pompas, manejaba y respondía correctamente a los juegos con luces y sonido, que tuvieran alguna función determinada (a algunos incluso les encontró su lógica). Observaba atento a otrs/as niños/as e incluso en alguna ocasión acudía, aunque siempre prefería gente conocida como su prima.


        Todo iba muy bien, hasta que en otoño de 2008 empecé a notar una serie de cambios que me empezaron a inquietar. Os extrañará que hable en singular la mayor parte del escrito, pero en este tema ni mi entonces marido ni su familia jamás me apoyaron y ahora menos aún y ni creían lo que veía en Pablo. Sólo he tenido y tengo el apoyo de mi familia y amistades. De hecho mi madre y yo fuimos las únicas que percibíamos esos cambios, mientras otros no querían ver más allá de sus narices. El nene comenzó a retraerse de la gente extraña, ignoraba a los/as niños/as y a perder el poco vocabulario que había aprendido. Su mirada también varió, se convirtió en una mirada vacía y fija hacia el infinito.

No hay comentarios: